¡Hola de nuevo! Como bien sabéis, el cambio hacia la tercera edad implica una serie de cambios a los que hay que adaptarse para conseguir el máximo bienestar. Uno de estos cambios tiene que ver con la alimentación.
Las personas mayores tienen una serie de modificaciones fisiológicas que afectan a dicha alimentación, por lo que suele ser necesario un cambio de dieta que se adapte de forma adecuada.
¿Por qué es necesario cambiar la alimentación de las personas mayores?
Existen diversas razones por las que hay que modificar la alimentación en las personas de la tercera edad. En este sentido, vamos a hablar de los principales problemas a los que hay que enfrentarse, en lo que respecta a la dieta.
Masticación e ingesta
Las personas mayores suelen tener ya graves problemas de salud bucal. Entre ellos, se encuentra la propia falta de piezas dentales, las cuales han sido sustituidas por prótesis. Con una prótesis, es mucho más difícil masticar que con unas piezas dentales originales.
Otro de los problemas derivados de la salud bucal tiene que ver con la sequedad. Las personas mayores tienen una menor capacidad para salivar, por lo que tienen más posibilidades para atragantarse o de comer con dificultad.
Falta de Apetito
Seguro que ya lo has notado. Muchas personas mayores no tienen ganas apenas para comer. O eso es lo que parece, ¿a qué se debe? Principalmente a que las personas de avanzada edad han perdido sus sentidos. En el caso de la alimentación, del gusto y del olfato. Muchas veces, la falta de apetito se debe a que no tienen esa percepción de gusto.
Digestión e Hidratación
El aparato digestivo de las personas mayores también se ve mermado, ya que no trabaja con la misma fluidez que una persona de mediana edad. De igual modo, la falta de hidratación hace que muchas personas de avanzada edad tengan problemas de estreñimiento.
Enfermedades, como la osteoporosis o la hipertensión
Hay diversas enfermedades que se pueden mitigar a través de la alimentación. Una de las más comunes es la osteoporosis, sobre todo presentes en las mujeres y que hace que se pueda producir roturas óseas con mayor facilidad. Asimismo, muchas personas mayores sufren hipertensión, por lo que no pueden ingerir alimentos con demasiada sal. Este problema es doble, ya que la sal es, a su vez, un excelente potenciador del sabor.
Pautas para la alimentación de las personas mayores
Con todos estos problemas a los que hay que hacer frente, se ve que es necesario seguir una serie de pautas para ofrecer una dieta sana, equilibrada y adaptada para las personas mayores.
Alimentos con texturas fáciles de ingerir
La dieta tiene que adaptarse a la dificultad de ingerir, por lo que los alimentos deben de tener una textura blanda y fácilmente masticable. Entre estos alimentos está obviamente la sopa, pero también las verduras hervidas, los huevos o el pescado.
Equilibrio dietético
A pesar de que se reducen el número de alimentos, es necesario atender a un equilibrio nutricional que aporte proteínas, fósforo o magnesio. En este sentido, hay que vigilar estrechamente el calcio, relacionado con la osteoporosis, donde de nuevo los lácteos son nuestro mejor aliado.
Hidratación e ingesta de fibra
Para poder combatir el estreñimiento con garantías, lo mejor es consumir agua, así como alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales, las frutas y las verduras.
Potenciar gusto y olor de los platos
La variedad de los platos, junto con su presentación y olor son fundamentales, ¿pero qué hay del gusto? Para potenciar el sabor de los platos y no pasarnos con la sal, las especias nos ayudarán.
Como puedes ver, simplemente hay que seguir unas sencillas pautas para cambiar la alimentación de las personas mayores.