Cuando hablamos de los problemas de salud que pueden afectar a las personas más mayores, siempre se suelen repetir una serie de enfermedades físicas y mentales. Son muy recurrentes, por lo que saber cuáles son sus consecuencias y cuidados es algo fundamental.
En este artículo, nos vamos a centrar en la osteoporosis, una enfermedad que afecta a una buena parte de las personas de la tercera edad.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad de carácter óseo y que se centra en la reducción de su tejido. Es decir, se disminuye la densidad del tejido óseo, por lo que es mucho más propenso a las fracturas.
Uno de los mayores problemas de esta patología es que no suele presentar síntomas, por lo que se produce el deterioro de los huesos de forma “silenciosa”. Así, muchas veces se sabe que una persona padece osteoporosis después de haber sufrido una fractura, sobre todo en muñecas, columna y cadera.
Este último punto es especialmente problemático en las personas mayores, puesto que pueden padecer fracturas con mayor facilidad ante una caída. Es más, la fractura de caída es el problema más grave que surge con la osteoporosis, donde la mortalidad en el tiempo de hospitalización se ha cifrado en un 6%. Por otra parte, en el mes siguiente a la fractura aumenta en un 8% y llega al 30% al cabo de un año.
Así, se estima que un 45% de estos enfermos sufren una pérdida de capacidad funcional y que un 30% requieren cuidados y asistencia especializada.
De la misma forma, la osteoporosis es solo apreciable cuando existen pérdidas de tejido óseo superiores al 30%. En el largo plazo, y sin la prevención adecuada, implica un deterioro significativo, provocando una fuerte dependencia y discapacidad.
Los problemas de la osteoporosis se hacen más notorios con el paso del tiempo, afectando más a las personas mayores, como es obvio. Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años y 1 de cada 5 hombres de ese rango de edad la padecen.
¿A qué se debe esta diferencia? La osteoporosis, en el caso de las mujeres, está altamente relacionada con la época posterior a la menopausia, tal y como comentaremos posteriormente.
Causas de la osteoporosis
El deterioro del tejido óseo se suele producir a partir de los 40 años. En ese momento, es cuando al tejido le cuesta regenerarse más que lo que va perdiendo.
La posibilidades de padecer osteoporosis o de que se propague con mayor rapidez puede depender de muchas causas. Por ejemplo, en aquellas personas que tienen menor masa ósea en edad adulta es normal que tengan una mayor pérdida del tejido en el futuro.
Asimismo, la genética es fundamental, puesto que es mucho más probable padecer osteoporosis si tus padres la han padecido. En el caso concreto de las mujeres, como ya hemos comentado, la menopausia puede ser uno de los factores más determinantes.
A todo ello, hay que sumar otras causas más genéricas, en cuanto a los problemas de salud más generales, como son la mala alimentación; en concreto con una clara falta de calcio y vitamina D, el sedentarismo, el consumo de alcohol o el tabaquismo.
Por lo tanto, la prevención o ralentización de la osteoporosis tiene que partir de unos patrones de cuidado que se centren en una buena alimentación, con una dieta rica en calcio, proteínas y vitamina D. En este sentido, los alimentos ricos en lácteos, los vegetales o las legumbres son fundamentales en una dieta equilibrada y que asegure la fortaleza del tejido óseo.
Obviamente, el alcohol y el tabaco, así como el consumo moderado de café o bebidas gaseosas son otras de las pautas a seguir en el tratamiento frente a la osteoporosis. Entre otros tratamientos preventivos, a la realización de ejercicio aeróbico y cardiovascular ayuda notablemente al fortalecimiento de los huesos. En última instancia, también existen fármacos que se encargan de la resorción ósea.